Luis Hurtado "El Diablo de Cumana ".-
En los actuales momentos, al recorrer las calles de Cumana o de algún pueblo del Estado Sucre, es usual encontrarse con un tumulto de chiquillos acompañados de sus padres o personas mayores,que con OJOS incrédulos temerosos a veces, festejan la danza que celebra un hombre de avanzada edad y contextura fuerte todo vestido de negro, prominentes cachos que brotan de su frente y una larga lengua de rojo purpura destila gotas de sangre de caituco y tridente sostenido en su mano derecha, al son del tambor baila alrededor de un indefenso niño indígena que yace en el piso retorcido de dolor . Estan en presencia de El Diablo de Cumana.
Danza que se ha incorporado al folklore del Estado Sucre, desde que su creador Luis del Valle Hurtado la interpretara por vez primera en las calles del Barrio Cochabamba de Cumana, en el año 1.950. El hijo de Juan José Acuña y Luisa Hurtado, tiene 46 años ininterrumpidos ejecutando la Danza de El Diablo de Cumana, una manifestación cultural residencial que adquiere significación nacional.
Durante su niñez, una de sus distracciones fue el cine donde acudía a presenciar las películas de Tarzán en el antiguo Cine Ayacucho y Paramount, también Llamó su atención los bailes de los Diablos Cara e' Totuma v durante las festividades navideñas sentía gran nostalgia porque San Nicolás en muchas ocasiones lo dejó sin regalo. Esos recuerdos y su identificación con las tradiciones populares condujeron a que a los 16 anos representara una danza indígena que de una forma u otra involucraba al famoso personaje Tarzán de las películas.
Así mismo, representó a Santa Claus, a payasos. Fue corriente observarlo a las puertas de algún comercio o en zonas céntricas donde simulaba a estos personajes. Es con la representación de El Diablo de Cumana que inspirado en una estampilla de San Miguel Arcángel, en los Diablos Cara e' Totuma y de Yare, respectivamente, decidió crear el personaje del que nos habla de manera terrorífica la Santa Biblia. Relata Luis del Vale Hurtado que fue "matadero" que se encontraba en Caiguire y de ala tomó unos cachos que pego en un sombrero y con varias cajas de cartón hizo unas alas como las del diablo e hizo un rabo con cabuyas y alambres, se untó el cuerpo con polvillo humo negro y tizne; se convirtió así en El Diablo de Cumaná.
A partir de ese momento Luis del Valle Hurtado transita por Cumaná, Casanay, Cariaco, Campano, Río Caribe, Barquisimeto, Maracay, Caracas, Puerto la Cruz , El Tigre y otras ciudades de Venezuela.
En 1970, acompañado de María Rodríguez y Atanasio Rodríguez (Chiguao) presento en el Palacio de las Industrias en Caracas, hecho que Luis del Valle Hurtado considera como el de , su bautizo como El Diablo de Cumaná.
Los efectos dañinos y contaminantes que se produjeron en su cuerpo por el uso continuo del hoyín (humo negro) fue intervenido quirúrgicamente en sus ojos y se le prohibió el uso de tales sustancias. A partir de 1990, cubre se cuerpo con un traje negro. La trascendencia del espectáculo dancístico de El Diablo de Cumaná, ha sido motivo para innumerables entrevistas en radio, prensa y televisión Toda su trayectoria le hizo acreedor del Premio Nacional de Danza folklórica y el 15 de Abril de 1994 es declarado Patrimonio Cultural Viviente del Estado Sucre, mediante Decreto promulgado por el gobernador Dr. Ramón Martínez.
El Diablo de Cumaná, Luis del Valle Hurtado, confiesa sentirse orgulloso de ser El Diablo de Cumaná y sucrense.
Este articulo fue extraido de la pagina de la gobernacion del estado sucre, solo con el fin de divulgar nuestro patrimonio cultural
Vislumbrando el horizonte se encuentra Cumaná. Abierta al mar, a la espera de sus mejores momentos.
lunes, 24 de noviembre de 2008
martes, 11 de noviembre de 2008
"EL INDIO" de Cumaná
La redoma de El Indio estaba ubicada en la avenida universidad, justo en la vía de entrada a la ciudad de Cumaná. Antiguamente la ciudad llegaba hasta este sitio. Es una redoma con una fuente circular en donde, aparte de figuras marinas hay una gran estatua de un indio con las manos extendidas sosteniendo un gran pescado que simboliza el espíritu de hospitalidad del pueblo sucrense.
Durante mucho tiempo decir Cumaná para quienes nos visitan, les llevaba a imaginar su entrada identificada con la imagen de “El INDIO”
Señalan algunas fuentes que, dentro del marco de los eventos programados con motivo del Tercer Aniversario del Gobierno del General Marcos Pérez Jiménez, entre otros actos la Inauguración de la “Fuente Alegórica a la Entrada de Cumaná “. Se realizó el día 11 de diciembre de 1955 a las 11 am.
Hoy luego de polémicas críticas, y juegos políticos, al fin volvemos a tener “EL INDIO” dando la bienvenida a nuestros visitantes. Ubicado en la nueva entrada hacia la ciudad en la zona de los Bordones, nos recibe después de algunos maltratos y muchos avatares la restaurada imagen comenzando así un nuevo ciclo como parte de nuestro patrimonio cultural.
La elaboración de esta escultura estuvo a cargo de Giuseppe Pizzo nace en Cuneo, Italia, el 19 de abril de 1912. “Escultor, dibujante y pintor. Su formación plástica tuvo lugar en la Academia de Bellas Artes de Milán. (…) el 2 de agosto de 1947 viaja a Venezuela, donde reside desde entonces. En 1948 recibe el premio oficial de escultura del IX Salón Oficial.”(2). Entre 1950 y 1955 realizó una serie de monumentos, entre ellos “Fuente Alegórica a la Entrada de Cumaná” en 1955. Señalan las fuentes orales consultadas(3), que el escultor Carmelo Tabacco (1913-1983) contemporáneo y coterráneo de Pizzo, estuvo a cargo como intendente del taller que se instalo en “La Coquera”, espacio donde se realizaron los trabajos de modelado en arcilla, elaboración de moldes de yeso, vaciado en piedra artificial y acabado de las piezas que conforman el monumento, igualmente coinciden las fuentes al señalar que, Candelario Rodríguez Allen, conocido como “El Polaco” sirvió de modelo para el modelado de la escultura del Indio.
Sabiendo esto, nos damos cuenta que por mas de medio siglo “El Indio de Cumaná” ha resistido estoicamente, (1955-2007) el paso del tiempo y las inclemencias del clima, ofreciendo con su gesto de bienvenida, , hospitalidad y buena estadía a quienes nos visitan.
Pero los pueblos crecen y se hace imperante la necesidad de evolucionar. Durante muchos años se estudió la posibilidad de llevar a cabo su traslado para descongestionar el tráfico.
Hoy luego de polémicas críticas, y juegos políticos, al fin volvemos a tener “EL INDIO” dando la bienvenida a nuestros visitantes. Ubicado en la nueva entrada hacia la ciudad en la zona de los Bordones, nos recibe después de algunos maltratos y muchos avatares la restaurada imagen comenzando así un nuevo ciclo como parte de nuestro patrimonio cultural.
domingo, 2 de noviembre de 2008
El cuatro cumanés
Este artículo fue extraído de la publicación en el diario REGION del 26 de Octubre 2008
Por José Rafael Fernández Marval.
Como homenaje a Los hermanos Figueroa, dignos representantes de la cultura sucrense y antepasados de José Luis Lafuente Coronado, Hijo de Adela Coronado Figueroa, nieta de Pedro del Carmen Figueroa
Hay quienes afirman que el origen del “CUATRO” surge en Cumaná a finales del siglo XVI como modificación del “QUINTO” un rustico instrumento de cuerda con que los aborígenes y esclavos expresaban sus momentos de tristeza y soledad así como los de felicidad y de alegría.
Los Hermanos Figueroa.
Los hermanos Pedro de Carmen, Eduardo y Carmito Figueroa crean un taller de carpintería en la calle REMANGANAGUA, actual calle García, donde hacían entre otras cosas “El Cuatro” en ese momento carecía de carácter comercial y se construía principalmente por distracción y afición musical. Poco a poco las cosas van cambiando y va formando parte de lo folclórico y artístico, en la parte cultural de la región y no por eso menos comercial.
Al taller de Pedro del Carmen se suman sus hijos Eugenio, Rafael, Juan José y Ramón, llegando estos a dominar el oficio de su padre y comenzando así lo que hoy es una tradición en la familia como artesanos y ejecutores del “Cuatro”
En 1929, Eduardo Figueroa se independiza del taller de la familia, creando uno en la calle García, poco tiempo después lo traslada a la hoy Calle Castellón, al paso del tiempo se incorporan los hijos: Antonio, Enrique, Bruno, Eduardo, José Miguel y Marcos Figueroa.
Por su parte Carmito también se separa de su hermano el maestro Pedro del Carmen, fundando su taller al que se incorporan sus hijos Ignacio, Jesús y Domingo.
Para el año 1.944 se logra la renovación del “Cuatro” de lo rustico a lo fino gracias a José Miguel Figueroa quien vivió un tiempo en Caracas y trabajo en un taller de ebanistería, allí aplico técnicas aplicadas a la elaboración de guitarras y las adapto afianzando mas la importancia de este instrumento en todo el territorio nacional como símbolo de nuestro Folklore.
Gracias a la familia Figueroa que de generación en generación sigue la tradición del la fabricación del “Cuatro Cumanés”
Por José Rafael Fernández Marval.
Como homenaje a Los hermanos Figueroa, dignos representantes de la cultura sucrense y antepasados de José Luis Lafuente Coronado, Hijo de Adela Coronado Figueroa, nieta de Pedro del Carmen Figueroa
Hay quienes afirman que el origen del “CUATRO” surge en Cumaná a finales del siglo XVI como modificación del “QUINTO” un rustico instrumento de cuerda con que los aborígenes y esclavos expresaban sus momentos de tristeza y soledad así como los de felicidad y de alegría.
Los Hermanos Figueroa.
Los hermanos Pedro de Carmen, Eduardo y Carmito Figueroa crean un taller de carpintería en la calle REMANGANAGUA, actual calle García, donde hacían entre otras cosas “El Cuatro” en ese momento carecía de carácter comercial y se construía principalmente por distracción y afición musical. Poco a poco las cosas van cambiando y va formando parte de lo folclórico y artístico, en la parte cultural de la región y no por eso menos comercial.
Al taller de Pedro del Carmen se suman sus hijos Eugenio, Rafael, Juan José y Ramón, llegando estos a dominar el oficio de su padre y comenzando así lo que hoy es una tradición en la familia como artesanos y ejecutores del “Cuatro”
En 1929, Eduardo Figueroa se independiza del taller de la familia, creando uno en la calle García, poco tiempo después lo traslada a la hoy Calle Castellón, al paso del tiempo se incorporan los hijos: Antonio, Enrique, Bruno, Eduardo, José Miguel y Marcos Figueroa.
Por su parte Carmito también se separa de su hermano el maestro Pedro del Carmen, fundando su taller al que se incorporan sus hijos Ignacio, Jesús y Domingo.
Para el año 1.944 se logra la renovación del “Cuatro” de lo rustico a lo fino gracias a José Miguel Figueroa quien vivió un tiempo en Caracas y trabajo en un taller de ebanistería, allí aplico técnicas aplicadas a la elaboración de guitarras y las adapto afianzando mas la importancia de este instrumento en todo el territorio nacional como símbolo de nuestro Folklore.
Gracias a la familia Figueroa que de generación en generación sigue la tradición del la fabricación del “Cuatro Cumanés”
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