Cuantas ciudades en el mundo desearían tener un río que las atravesara como una herida, por su centro bañándolas y llenándolas de frescura.
Cumaná, es una de las afortunadas, bautizada con el nombre indígena de Cumaná, que significa río y costa marina.
El Río Manzanarez tendría que ser un espejo, que reflejara el cielo que arropa a esta querida ciudad, el emblema de optimismo de su gente, el punto turístico por excelencia.
Me gustaría tanto que lo tomaran en cuenta y lo rescataran del entorno que se ha ido adueñando de sus margenes, de la imagen de abandono que ahora nos ofrece.
Los indigentes han tomado las orillas, levantando estructuras desordenadas y creando allí sus viviendas, con la mejor vista y ubicación.
Los Puentes que lo cruzan, son asentamientos de Buhoneros que sin ningún orden ni control ya ocupan calles, avenidas, puentes y cualquier espacio disponible.
Debemos prepararnos para rescatar NUESTRO MANZANAREZ